Hoy volaste, como te dije.
Y tus inundados ojos de ayer hoy destellan
como piedras negras, otra vez.
Y tu cuerpo:
curvas de mármol ajeno.
Mostrará su logaritmo,
reactivado por mi ausencia.
Pasarás por mis sentidos
como nunca antes,
transmutándote incansable.
Ofreciéndome mil formas
de calcularte.
domingo, 10 de mayo de 2009
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