martes, 4 de diciembre de 2012

Final

Puede que, cerca el final,
la alameda se oscurezca
y doren las hojas muertas
la antigua y fértil vereda.

Y que el cielo gris opaque
los destellos del agua
o se congele el estanque
donde nadabas.

Puede ser que no se acerque
tu cuerpo tibio a mi mano,
a pintar soles de oro
en las noches lentas.

Que se lleven las palabras
el corazón y los sueños
y nos dibujen desnudos
a cielo abierto.

Florecieron las palabras
para decir te quiero,
pero no encuentro guadaña,
ni tijera, ni escalpelo,
para firmar un adiós
que separe lo que es nuestro.

Por eso espero el final,
que llegue como el invierno
y me sorprenda soñando
con tenernos.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Nadie

Cabalga en el aire el eco de un grito,
un grito de Nadie.

Nadie quiere derribar las injusticias
sin herir a Nadie.

Nadie ve un mundo perfecto
sin contar con Nadie.

Nadie imagina otro mundo,
donde nadie es Nadie.

Nadie controla lo que tú piensas.
Nadie sabe lo que sabes.
Pero tú eres alguien y
nadie es Nadie.

martes, 21 de agosto de 2012

Memoria robada.

Pequeños núcleos vivos,
eternos,
puntadas de una red infinita,
vibrantes olas de esencia,
filtradas por la mirada antigua
y sumisa
del devenir del tiempo,
ahogadas,
aisladas,
rotas,
en los silencios de la historia,
en los muros invisibles,
en las cadenas felices,
devoradas por esas formas que habitan,
inseminando los sueños
de hombres sin nombre,
de nombres sin dueño.

En una existencia inventada
como un sayo de acero,
mutilados los cuerpos,
arrasadas las mentes,
se acabaron las sorpresas,
las verdades,
el volver hacia la vida
para mirar a la muerte,
ya tienen lo que querían:
por fin la vida es la muerte...
muerte en el reino de las cosas muertas,
en el solar de las ideas olvidadas,
en la liturgia sorda del trabajo,
en el silencio hueco
de la memoria robada.




sábado, 30 de junio de 2012

No sabes nada.

Oye niña,
escucha estas palabras 
derramadas
que se me escapan del alma.

Tú no sabes nada.

No sabes aún que te quiero,
ni que te quise con fuerza
y te quise libre,
feliz, 
sincera,
sin condición,
sin cadenas.
Te di un amor infinito
que no se dobla
no se arruga
no caduca
ni pierde su brillo
ni su frescura.

Pero aún tienes miedo
porque no sabes nada.

No sabes 
que te busco en mi cama
y que todas las canciones
lloran nuestra historia,
y que me duelen las manos
de no tocarte
y los labios
de llamarte 
en silencio.
Esperando que vuelvas, 
sonriente,
a ser la niña de ayer,
que quiso que la quisiera.
que me quería querer.

Pero estás sola y lejana,
herida ,
arropada en tu dolor
antiguo.

Yo no quise creer que se acababa,
porque el amor no se acaba
ni se muere.
Pero la fuerza se escapa
y ya no puedo luchar
por tener y conservar
lo que no me pertenece.



lunes, 18 de junio de 2012

Como un crío.

Salir de los marcos,
saltar las ventanas,
abiertas,
vacías.

Subir las persianas
pesadas,
de basto metal,
chirrían
antiguas.

Saltar los goznes
y hacerlas volar,
sin puertas,
sin techo.
Andar por el mundo,
vagar,
perder la senda,
jugar,
cambiar el rumbo,
borrarse en la niebla,
cantar en el río.

Sin origen
ni destino...

Como un crío.

jueves, 31 de mayo de 2012

Pequeña mía.

Vuelvo a bordar las palabras
de mi dolor a la estela
de una estrella que cayó.
No hay palabras,
no hay estrellas.

Vienen  lobos de tu ausencia
a ladrarme en la niebla
y mis ojos aúllan
a tus alas de seda.

Ya no quedan más espejos
donde romper mi alma
vagabunda,
hechizada,
honda como el laberinto,
oscura, extraña y opaca.

Vuelvo a vestirme de verde
y a mecer mis manos
y el dolor es viento
y es verano
y me hundo en la tierra
y respiro,
todo está aquí,
esto es todo.

Pero no estás tú
y yo te quiero.
Y mis dedos te recuerdan,
y te siento
palpitar en la distancia, 
doliendo,
y se me encoge el alma
y quiero borrar 
con un beso
la tristeza 
y la rabia 
y el dolor 
y la nostalgia
y cogerte la mano
y abrazar tu espalda
y juntar nuestras mejillas 
hacia la tarde dorada.

Pero el tiempo es fuego
y su llama
pura
deshace los nudos
de la locura.
Su aliento se lleva
lo sucio,
lo viejo,
y enciende la esencia,
lo puro, 
lo cierto.

Vamos a purificarnos,
pequeña mía,
en el fuego del tiempo.
Que consuma nuestros huesos
y nos deje huecos
para volver a llenarnos
de este amor eterno.



domingo, 27 de mayo de 2012

Me faltas.

Viene el silencio tronando,
apagando los ecos
y el aire huele a vacío
y a nuevo,
a metal frío y a tierra.

Todo sigue.

Los planetas
en su devenir eterno,
las estrellas,
los torrentes y los ríos,
las nubes y las tormentas.

Una lágrima canta
al dolor antiguo,
mas allá de mi 
no existe la nada.

Comer, 
reír,
caminar,
vivos o muertos,
nada se acaba,
no se detiene.

Viene el silencio
a tragarse
los abismos,
las fallas, 
que me separan
de este instante eterno,
donde no falta nada.

domingo, 20 de mayo de 2012

Resucitando.

Ven a bañarte en mis ojos
y suelta el miedo.
Recuerda quienes somos
y mira al cielo.

No me abandono al dolor
ni sigo a dioses muertos.
Solo salgo de tu herida
como un anzuelo
para que el aire
puro
borre el dolor con el tiempo.

Mírame desde lejos,
yo aún te veo.
Lejos o cerca
te siento,
te llevo dentro.
No eres la flor
ni la fruta,
ni la rama del almendro
donde poso mi voz
o descansa mi cuerpo.

Eres todo y más que eso.

Sumérgete en el mundo
y nada,
en los mares del tiempo,
hasta encontrar
una isla
donde sentirte completa,
y que tu cuerpo respire
y tu alma
serena
cante al sol
y a la tierra
y entonces tus ojos vuelvan
a abrirse a la luna llena.

Quizá se borre mi imagen
de tu recuerdo dorado,
en el que eramos peces
nadando y volando,
libres y unidos
en un mar rizado.

Pero el dolor es fuego
y el amor estaño.
Y entre las cenizas,
tras la ira
me hallarás,
como un pájaro de plata,
resucitando.



jueves, 26 de abril de 2012

Por los barrancos.

Silba el acero en el aire.
Muere el cristal en la piedra.
Los rumores se apagaron
bajo la niebla.

Ungiendo antiguos espacios
que el destino dejó huecos
danza el humo de la muerte
contra el silencio.

Llueven cenizas de olvido
cubriéndo los cuerpos frescos
que ayer latían salvajes
en su danza de fuego.

Cien barcas llenas de rosas
en la tormenta de hielo.
Un volcán que arrasa el mar
y escupe nubes de estiércol.
Un ballena varada,
desangrándose en el puerto.

Aún cabalgo sin ira
bajo el sol y las estrellas
y mis manos desnudas
cavan la tierra.

Caeré por los barrancos
si aferrarme a una nube
dejando atrás lo que quise
y lo que tuve.

Abandonaré mi cuerpo
devorado por la nada
para hundirme de nuevo
en tu cuerpo de plata.


jueves, 5 de abril de 2012

Kilómetros de luz


Kilómetros de luz
bañando la materia,
ungiendo de color,
vida y aroma.

Ríos de aire
anegan la nada.
Vibran a un son,
en danza salvaje,
como único cuerpo
pariendo el vacío.

Y una idea
como espada,
con el filo inteligente
de lo absurdo,
te amputa,
te escupe
contra el mundo
y te clava,
con su filo llameante,
a tu forma,
recortada de lo eterno.

Escapar  no es posible,
solo queda quedarse y deshacerse,
poco a poco,
como nubes.
Y levar el ancla
de los nombres,
de las formas,
de la mente que construyes.

No hay donde huir,
dónde guardarse,
solo en el mar
una gota,
un momento,
eterno.

martes, 20 de marzo de 2012

Sobre la nada.

Hoy el viento se ha llevado
algunas flores de almendro.

Un gorrión se ha detenido,
a beber del sol,
junto al arullo del río.

La savia fluye,
latidos de la tierra
al son de la primavera.

La lluvia levanta el olor
de la tierra sedienta
que canta aromas tibios
a la tormenta.

Todo cambia en un fluir
de constante impermanencia.
La materia, el devenir,
el latido, la conciencia...

Y yo, fijo maniquí
con la mirada seca.
Quiero romper esta cárcel
de ideas muertas.

Y vivir como la piedra
olvidada en la tierra
dedicandome a existir
con atenta indiferencia.

Vaciar mi barca
y soltar la cuerda.
Respirar y ser el aire,
ser bebido por el agua,
y observar en el tiempo eterno
flotando sobre la nada.

viernes, 24 de febrero de 2012

Reflejo del cielo.

Yo elegí este camino,
lejos del río y del pasto.
Un camino polvoriento,
austero y esquivo,
donde gastar mis pasos.

Preferí ondular
las cimas y los picos
y jugar a volar
con un pié en el abismo,
que allanar la hienda
gastada de la herencia,
donde sacudirme el polvo
y vestirme de seda.

Ahora bajo la montaña
por el antiguo sendero
hasta hundirme en el lago,
reflejo del cielo.

A la deriva en sus aguas,
como un bote vacío,
descansaré solitario
sobre el silencio infinito.

Cuando todo empieza

Puede que no valga la pena
escribir tan lejos de la poesía.
Todas las palabras
que te quiero decir
se me rompen enseguida.
No me quedan flores,
me arrancaron la raíz,
se pisaron las semillas.
Me di cuenta tarde
que te perdí
por pensar que te tenía.

Creo que los bares
se deben abrir
para cerrar las heridas.
Y todas las noches
me acuerdo de ti
y te olvido cada día.
Y vuelvo a ser un loco
para sobrevivir
a la locura de la vida.
Muchas veces la cabeza
y a menudo la nariz
y una voz que me decía:
Déjate llevar
si el alma te lleva.
Duele el corazón
cuando te lo dejas
cerca del final,
donde todo empieza.

Fito Cabrales

lunes, 13 de febrero de 2012

De tumbo en tumbo

Detén tus pies polvorientos
y alza la vista un segundo.
Hoy quiero mirar tus ojos
mientras observas el mundo.

Advierte las golondrinas,
el río rápido, el humo
tras las encinas,
el sol de la madrugada,
la risas blancas, lejanas,
de los niños en la campa.

El humillo del café,
un rato más en la cama,
ver el fuego,
oir llover,
sentarse sin hacer nada.

Arranquémonos la ropa
y las cadenas,
deslicémonos sin nada
por el mundo.
Pues nada más tenemos
que una vida
derramada gota a gota
de tumbo en tumbo.