lunes, 26 de diciembre de 2011

No me odies.

Soy solo un niño
que lucha
por entender el mundo.
Cantan al viento
las huellas
de mis pies de humo.
Un animal encerrado,
en esta jaula vacía
de cristal velado.


Camino ciego,
intuyendo la senda
donde encontrarme contigo
sin pisar la tierra.

No me odies por quererte.
No me odies
por quererte demasiado.

Por abrir caminos anchos
en la tierra,
y soltarte la mano
y que avances sola.
Por vencer mis sombras
con la luz de la conciencia,
por apagar tu delirio
e iluminar tu inocencia.

No me odies porque vivir te duela,
que se nos clavan las agujas
del destino
y a bastonazos
nos herimos
buscando cómo amarnos,
sin destaparnos los ojos
para encontrarnos.

jueves, 22 de diciembre de 2011

El sol que sale.

Flota en el viento,
pequeña,
en tu plumita caliente.
Dime adios y emprende el vuelo,
hasta perderme.

El tiempo borra mi cuerpo,
mis latidos como pasos
que anduvieron su camino
entre tus brazos.

Ya no puedo protegerte,
nunca pude.

Y en tu pecho y en tus ojos
arde el hielo
sobre espinas de un rencor
que no comprendo.

Como un pájaro caído
ya solo soy una sombra.
Como la piel vieja y seca
me desprendo,
y me abandono y me borro
como ceniza en el viento.

Resiste el frío pequeña,
que el sol que sale calienta.

Y como el viento de otoño
susurrare mientras duermes
y el dolor ya se habrá ido
cuando despiertes.

Resiste el invierno pequeña,
pues vendrá la primavera.

Y como brisa marina
te acariciaré en la siestas
como un recuerdo dorado
sin que me adviertas.

Respira, sonríe,
confía y espera.

martes, 15 de noviembre de 2011

La que amé

Hoy,
sobre mi cuerpo de adiós,
sobre mi alma caída,
desenredas tu dolor
como un alambre de espino
en mi garganta raída.

¡Escúpeme tu ira roja!
¡Rompe mi imagen de barro!
¡Destroza mi carne azul
con el filo de tu rabia!
!Quema mi recuerdo inicuo
en las llamas de tu odio!

Acaba conmigo si quieres,
me pudriré en el infierno
entre el rencor y el desprecio
que destila tu aliento.

Pero aún brillará un latido
bajo la lluvia intensa,
que como un gorrión,
se acurruca
en mi pecho de cera.

Amo aún la suave flor
que creció en tus labios
y tu risa frágil
y tu cuerpo joven.

Amo a quien sé que eres.

La niña risueña que anduvo en mis manos,
que vuela sin alas,
que abrazó mis llantos.
La pequeña ninfa
que durmió a mi lado.

La que me ama.
La que amé sin esperarlo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sakura.

Mira cómo arden las canciones,
los recuerdos.

Veo cómo se derriten los momentos,
bocanadas de sueños
que se llevó el viento.

Arden bajo el fuego del desierto
que arrasó el miedo.
La densa jungla que creamos se secó,
a la sombra de un sol
que es tapado con el dedo.

Ya no existo para ti
brillando como un águila
en el cielo,
rompiendo la forma del viento.

Ya no soy el lince en sigilo
que acecha tu cuerpo.
Solo soy la sombra vacua de un recuerdo.
Vacío anhelo de un tiempo
en que arrojamos el vuelo
para rompernos el pecho
sin despegarnos del suelo.

Como el cerezo.

viernes, 21 de octubre de 2011

Desde tan lejos.

Se deshoja tu amor
como el otoño,
que avanza
con manos oscuras
y pies de niebla.

Quiero tenerte
como la costa al mar,
el cielo al pájaro,
la nube al viento.

Quiero sentirte
como la lumbre en la casa
el manto a la semilla
el sol de invierno.

Pero siento que mis manos no te alcanzan,
que tu cuerpo es de humo y sueños fríos
y que ahora, de tu luz,
yo soy la sombra.

Un amargo devenir de un dulce tiempo.

Quiero abrazarte en silencio
y que un solo corazón
nos una el pecho.

Y que ardan las sombras
en el fuego de los besos
que me traen a este momento,
desde tan lejos.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Sin tus colores

Quiero darte lo mejor.
Lo mejor que tengo.
Mis risas sordas,
mi cuerpo latente,
una vela encendida,
un beso desnudo.

Quiero ser el agua fresca
y saciarte en la tarde,
cuando cae el sol
en tu cuerpo de plata.

Y avivar la llama
y correr por las colinas
y pintarnos el cuerpo
y encontrarte en los días
con tus pies en mis manos,
como hoy te veo:
pequeña luz de colores.

Que en mi cama se despierte
el verde de tu olor por las mañanas.
Que en mi boca no se muera
el rojo de tus labios.
Que en mi alma siempre haya,
en azul, un garabato
que improvises etnre risas
y canciones.

Y que el tiempo no te lleve
lentamente,
como el viento la arena.
Y en mis ojos tu arcoiris se refleje
como una puerta de amor
donde encontrarte.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Pantera negra.

Como un imán suspendido,
tu péndulo oscuro
en mi piel de plata.
Me arrastras a tu orilla,
a varar desnudo,
sobre tu cuerpo.

Marea salvaje,
azul remolino
de lento amor en las manos,
en los ojos,
en el paladar amargo.

Me llevas a tu rama,
pantera negra.

A comer de mis enrañas
la fruta fresca
escondida del invierno.
A mirarme con tus ojos,
fuego carnal de pantera.

Y me clavas en un sueño
donde tus uñas dibujan
en mi espalda de acero.
Donde te encuentro desnuda,
bañada en oro e incienso.
Donde me bebo la luna
que se refleja en tu cuerpo.

viernes, 19 de agosto de 2011

De estar hueco.

Como un planeta
me atraes a tu presencia,
rompiendo este vacío que pretendo.
Magnética, irrumpes
en este corazón urdido en hilos
de aquel metal sombrío
que desconozco.
Ardes en luz en las tinieblas
donde mi alma entierra
su descanso.
Donde pretendo ser hueco
tú me llenas
con tu savia de fruta y sol,
de mar y pasto.

Eres la estrella que ilumina
el camino de las rosas y los besos.
Una isla de placer sobre la nada.

Y yo aquél pequeño halcón que sobrevuela
tus vastos estuarios,
tus marismas,
tus cimas y tus bosques,
tus mesetas.
Dibujando en tus corrientes
lo que ansío:
permanente impermanencia.



miércoles, 10 de agosto de 2011

Como veletas.

Si voy a buscar a tu boca
una perla o un pétalo de rosa.
Si en la noche te despiertan
mis manos de alfarero.
Si el tiempo no separa
y eres fría como roca
y en tu pecho no estalla
un fuego en mi nombre.
Entonces todo está muerto.
Somos muñecos de cera,
dos tristes vasijas huecas,
frágiles y obsoletas.
Memorias de lo que fuimos
flotando en la inercia estéril
como veletas.

domingo, 7 de agosto de 2011

Parecía fácil

Parecía fácil reir
aunque una sola nube oculte el sol
al mediodía.

Pensé que era fácil comer
aunque pierda el pan su aroma
y la fruta su color.

Creía fácil dormir
aunque los grillos lloraran
el luto azul de la noche.

Pero hallé que te buscaba.
Y en cada cosa, a ti
volava mi alma en un recuerdo.
Con el color de los cuentos
y el fino olor de las hadas.

Dejando grises los campos,
implacables los silencios,
desnuda y fría la cama
y un suspiro en el viento.

miércoles, 20 de julio de 2011

Así llegas.

A veces quiero
pintarte con palabras.

En un instante vacío,
de silencio,
a veces,
un recuerdo bosqueja
un trino de tu voz
o el juego de tus pasos.

Y quiero sellar una bocanada
que de ti me viene,
y corro hacia el papel para atraparte.

Pero es inútil.
Tu presencia deja inertes las palabras,
como hormigas muertas en la blanca escarcha.

Así llegas y me robas,
y me invades sin esfuerzo
el momento y la palabra,
el alma y el pensamiento.

sábado, 16 de julio de 2011

La tierra

La noche trae, en su manto,
envuelto el olor de la tierra.
Tierra húmeda y negra.
Tierra antigua y heredera.

Tierra que llama a sus hijos,
a echar la ropa a la hoguera
y a clavar los pies descalzos
en su vientre de madera.

Llama con su grito sordo
a sus hijos navegantes
de un mar de espejos vacíos
donde buscan encontrarse.

Y ha de romperse su pecho
de madre desconsolada.
Donde encallarán los barcos
que a la deriva vagaban.

Y allí morir y nacer.
Sin espejos.
En la tierra.

lunes, 9 de mayo de 2011

Libre.

Como un rasguño en el cielo
un ave posa su cuerpo
en las invisibles manos
del viento titiritero.

Como unigénita nave
en el océano inmenso,
avanza hacia el infinito
sin un solo movimiento.

Solo un rumor silbante
rompe el vacío perfecto
como en un caleidoscopio
donde se refleja el tiempo.

Negra cometa perdida
hecha de seda y acero.
Un punto en el infinito
en un instante perfecto.

domingo, 1 de mayo de 2011

Donde acabar

Olvida hoy lo que sabes
y vacíate por dentro.
Como la vieja vasija,
como el túnel lejano.

Vuelve a la raíz de la tierra
al barro puro y la piedra.
Vuelve al agua regalada,
a la sombra del cerezo,
al tomillo,
al sol,
al cuervo,
al eco de los gorriones,
al siilencio recordado
por una luna dorada
en la noche de verano.

Vuelve al rumor de la parra,
al chasquido de la leña,
al hielo de madrugada,
a la niebla
y a la escarcha,
a observar los caracoles
que la tormenta reagaba.

Vuelve, polvo,
a lo que eres.
A la tierra donde brotas,
donde creces y pereces,
ahora vuelve.

Y que a la tierra regresen
tus raíces extraviadas
y tus pasos azarosos.
Tu frente altiva,
tus ojos,
tus pies,
tus manos,
regresen...

Allí donde todo empieza,
antes del mundo y la muerte:
Donde acabar

martes, 26 de abril de 2011

De vida, amor y deseo.

Siempre vuelves,
como estación lluviosa.
Como la lluvia, vuelves.
Y me alivias y me anegas
con tu poder que me empapa.

Yo soy la espiga errante
que abarrota los campos.
Soy el grano sutil
que abandona su cuerpo
al viento impío.
La amapola perdida
en el campo de trigo.

Y cuando el sol me ajusticia
con su fuego severo,
veo purificarse mi alma
como se templa el acero.

Y el fuego apaga el recuerdo,
el tiempo y el pensamiento.
Pero vuelves como nube
que arrasa el silencio.

Y siento el olor del barro
y sé que vuelves.
Y el aire eléctrico habla
porque vuelves.
Y vibra la tierra profunda
con tu presencia lejana.

Suaves gotas de ti
deshacen el polvo seco
empapan la tierra estéril,
y retumban contra el suelo
como una danza salvaje
de vida, amor y deseo.

lunes, 18 de abril de 2011

Pequeño amor.

Fíjate pequeño amor,
que mientras tú y yo jugamos a querernos
la primavera ha conquistado
la rama del cerezo.

Y mientras abrazados estábamos,
la cálida luz y el suave aroma
de su cuerpo inalcanzable
ya danzaba por los riscos y los valles.

Salgamos de esta oscura alcoba
al sol radiante.
Buscaremos con el pecho
el calor del mediodía
y al atardecer los chopos
y el agua fresca del río.

Salgamos de la cueva del invierno
donde pintamos leyendas de amor y hierro.
Abandonemos el hogar aún caliente,
sin miedo del invierno.

Salgamos a buscar un hogar nuevo
donde poder encontrarnos:
entre la tierra y el cielo.

Inmenso como el mundo,
pequeño como este amor
pequeño.

jueves, 17 de febrero de 2011

Todo se viene abajo

Cuando no puedo levantar una palabra
y triste y abatido
la luz no vale
para iluminar los mapas.
Cuando se cuelan los recuerdos más amargos,
ensombreciendo mis ojos,
invadiendo mi cuerpo
recogido en tu ausencia,
apagado y sombrío.
Entonces no hay valor en las cosas
y todo lo que existe
desaparece en el agujero oscuro
donde entierro mi llanto.
Todo el amor y la risa,
la fragancia del verano
o las frutas rojas
o las cigüeñas en los tejados
se esconden en los recuerdos
dejándome solo,
en este yermo desierto negro.

lunes, 7 de febrero de 2011

Si vuelo.

Dedícale un segundo
a observar nuestros cuerpos.

Tu suave forma,
pálida y tersa,
como una gota de luna.
Mi pecho romo y poblado,
mis brazos largos,
mis manos rotas
de buscar entre las piedras.

Observa cuando chocamos,
cuando entregamos el cuerpo
como el mar se da a la roca,
o mece el viento a la palma,
o cae la lluvia en el río.

Tú eres la copa radiante
que espera,
única y pura,
mi vino fragante y rojo.
El néctar que embriaga
mi lengua fecunda
y escriba
del final que nos espera.

Porque soy viento que baja
y aviva tu hogar dichoso.
Soy la brisa, el vendaval
que hace girar tu veleta.
El que transporta el aroma
de la pólvora y las fresas.

El que no podrás guardar.
Viento que es viento si vuela.

domingo, 30 de enero de 2011

Roto.

Tengo dentro una batalla
que me devora el alma.
Torrente de corazónes
consumidos por las llamas.

Donde un negro nubarrón
descarga su llanto grave
contra esa idea opaca
de la que perdí la llave.

Noto saltar la alianza
que me hacía fuerte y puro.

Resquebrajarse las losas
que hicieron fuertes los muros
de una conciencia forjada
en la fragua de Neptuno.

miércoles, 26 de enero de 2011

Dejar las armas.

Arrojaré mi espada entre el trigo.
Que la lluvia la entierre.
Que la nieve la hiele.

Que desde su filo oxidado
alce el vuelo en primavera
un escarabajo verde.


Que pasen las estaciones
y vuelva a la tierra pura.
De donde viene.

Porque ya no quiero
silbar el viento con ella.
Ni cargarla en mi cintura.
Ni llevarla por bandera.

Me perderé desarmado
por los caminos.
Por los pinares vacíos
llenos de pinos.

Extraviado como un niño
jugando con su delirio.

martes, 25 de enero de 2011

Luz

Luz que atraviesa el silencio.
Que abre en dos el mundo
y canta primaveras.
Que borra el todo y levanta el tiempo,
Que gana mi cuerpo
Que inunda mis venas.

Vienes a crear el mundo,
a dejarme ciego,
con tu luz inmensa.

viernes, 21 de enero de 2011

Sin mujeres que amar

Una existencia fugaz.
Una hoja en la maleza.
Una aguja en un pajar.
Una gota en la tormenta.

Una vida nada más,
para gastarla arrastrando
pasos que vienen y van,
como en un baile macabro.

Si no puedo hundir mis manos
en tu cuerpo de plata.
Si no puedo oler tu pelo
mientras descansas.
Si no vienes a buscarme
con tu cuerpo hambriento en llamas.

Entonces nada me queda,
más que errar en esta tierra
de metal oscuro y polvo,
como una luz tras la niebla.

martes, 18 de enero de 2011

Una Copa

Se me escapa de las manos
este corazón con alas.
Sale volando a la noche,
de madrugada.

Vuela buscando el arrullo
de tu aliento de garza
y se pierde entre las nubes
donde descansas.

Ahora ya no soy el dueño
de este corazón viajero
que anda detrás de tu risa
y de tus ojos traviesos.

Si lo quieres está lleno
de calor y valentía
con que llenar nustras copas
para beber cada día.

Tómalo porque no es mío.
Solo es un bonito espejo
donde me miro.

jueves, 13 de enero de 2011

Cinq sens.

A la luz de una vela
abres mis cinco sentidos
y tu piel se me muestra
como un mapa vacío.
Donde esculpir con mis manos
tu cuerpo ingrávido y fino.
Donde pintar con mis dedos,
entre los dos, un camino.

viernes, 7 de enero de 2011

Acero.

El aire negro me obliga
y un sol azul grita viento
con que taparme la boca
y arrebatarme el silencio.

Laberinto lastimero
asfixiado en sus raíces.
Trampa y sueño de vivir
y ser felices.

¿Porqué ya no tengo brazos?
¿Porqué siempre llora un niño
en mis recuerdos?
Como eco metálico
barriendo sueños.

Ahora sangro hiel y agujas
y mi saliva es de hierro
y no quiero seguir siguiendo
este surco hueco y muerto.

Un surco de almas gastadas
por la lija de los tiempos.
Una lija suave y fina
que te envuelve en el infierno,

Donde yerran cuerpos huecos
y en la deriva se agolpan
para comer la carroña
de otra vida,
que ahora es sombra.

Pero la espesa miseria
de, este, nuestro pozo negro
a veces deja brillar
entre la niebla un anzuelo
con que rajarte la boca
por un ratito de cielo.

Y es que aveces,
más que pan,
lo que prefiero es acero.

jueves, 6 de enero de 2011

Al Alba

Trae tu cuerpo entre mis brazos,
hasta que al mío se llegue.
Que florezca entre mis labios
tu boca de cielo y muerte.

Árdeme la piel y el alma
y que se quemen los hilos
con que cosieron tus alas
y estrangularon mi grito.

Sé que allí no queda nada,
porque todo está aquí mismo
y al caer el rayo negro
el mundo será distinto.

Corre en la tarde verde!!
Salta del laberinto!!
Y encontrémonos al alba
mirando hacia el infinito.