martes, 8 de marzo de 2016

El cauce.

Presente en cada paso,
camina el retorno
hacia ninguna parte.

Dilúyete en el aire,
en los ecos distantes,
o en el agua caprichosa
que inunda el cauce.

Vuelve a donde perteneces:
este único momento
donde todo es perfecto
y eterno.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Nunca estuvimos tan lejos

 "No salen palabras,
salen nubes
de veneno caliente
de nuestras bocas cansadas
de beberse los días
de el invierno más frío
de nuestra vida.

 Nunca estuvimos tan lejos
de llenarnos los bolsos
de sonrisas y besos
de cariño sin miedo."

martes, 7 de octubre de 2014

Ya no te pierdo

Cambio tras cambio,
los sueños se suceden
en un instante infinito,
donde siempre te tengo
lejos o cerca.

Eres mía en mi recuerdo,
en la sombra de la torre
o en el color del incienso.

No te pierdo
porque nunca fuiste mía,
siempre fuiste conmigo
y sigues yendo,
porque si eres lo que soy
ya no te pierdo.
.

lunes, 6 de octubre de 2014

Nuevo día

Respirar profundo,
hasta el centro de tu ser.
Hundir los pies en la tierra
a cada paso.
Abrir los ojos
y todos los sentidos.
Abandonar las intenciones.

"Sentado, 
sin hacer nada, 
la primavera llega 
y la hierba crece sola."

lunes, 19 de mayo de 2014

En el centro

Sube el sol,
mueren las sombras.
Su fuerza infinita
en el centro del día
incólume arrasa
la piel del invierno.

Abierta la carne,
livianos los huesos,
transparente y firme,
inconcreto y denso.

Libre del deseo,
y la súplica absurda,
y la guerra interna,
y el juicio solemne,
abandona las formas
para habitarlas todas.


martes, 13 de mayo de 2014

domingo, 7 de abril de 2013

Lo que he robado

Nada queda,
son cenizas.

Ni tus manos,
ni la rota palabra
de la despedida,
ni el cuerpo humeante,
ni las caricias.

Todo son ecos
de un sueño olvidado
que viene a robarme
lo que he robado.

Son lágrimas las palabras,
las notas
y los colores,
lágrimas blancas y rojas,
melodías sin nombre.

Son lágrimas por perder
lo que nunca se ha tenido.
Por el miedo a las ventanas,
por donde cuela el olvido.

Vuelven todos los principios,
etérnamente vuelven,
y les hago míos,
todos,
para que no me asusten
y pueda urdirlos con aire,
en un cesto de mimbre
a la orilla del estanque.