martes, 4 de diciembre de 2012

Final

Puede que, cerca el final,
la alameda se oscurezca
y doren las hojas muertas
la antigua y fértil vereda.

Y que el cielo gris opaque
los destellos del agua
o se congele el estanque
donde nadabas.

Puede ser que no se acerque
tu cuerpo tibio a mi mano,
a pintar soles de oro
en las noches lentas.

Que se lleven las palabras
el corazón y los sueños
y nos dibujen desnudos
a cielo abierto.

Florecieron las palabras
para decir te quiero,
pero no encuentro guadaña,
ni tijera, ni escalpelo,
para firmar un adiós
que separe lo que es nuestro.

Por eso espero el final,
que llegue como el invierno
y me sorprenda soñando
con tenernos.

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