jueves, 21 de febrero de 2013

En el barro

Emerges y te escondes,
entre los días.
Esquiva y errante,
oscura y fría.

Rompes mis credos,
mis homilías
de amor certero,
flechas de aliento,
de mi sed,
de mis lamentos.

Quiero arroparte
en tu noche
y despertar tus recuerdos,
de cuando éramos libres
y éramos nuestros.

Se rompen mis ilusiones
y crecen de nuevo,
y se esfuman,
y estás lejos,
en tu sueño.

Yo te espero
como siempre,
con el corazón ardiendo.
Pero a veces no te encuentro
y me creces dentro,
porque estás aquí conmigo
pero estás lejos.
Y te llamo con susurros
y te acaricio el pelo,
o te hablo desde el viento
para traerte de nuevo.

El viento es cama y anzuelo,
que nos separa y nos une,
y se rompe el día en horas
y los minutos se hunden,
y suenan cristales rotos
y tú huyes,
y me quedo solo yo,
yo solo
y la incertidumbre.

Y voy a coser la herida
que nos hace extraños,
pero las palabras pesan
en el barro.

Mis zapatos,
en el barro.

Y la sonrisa,
en el barro.

Y embarrados nos hundimos
nos perdemos,
separados.

No hay comentarios: