martes, 23 de noviembre de 2010

Si algún día

Si algún día te das cuenta
de el dolor que me inflingiste,
buscarás una palabra
con que enjuagarme la boca.

Un perdón sincero y meditado,
construido sobre el hielo y las heridas
que trazaste en nuestros mapas.

Para volar de tu imagen
el dolor y el sufrimiento
y borrar las estúpidas palabras
que me hicieron preso.

Pero hoy surge en tu garganta
la llamada inefable y me doblego.
Aún se queja mi alma descarnada y sonajera
de tu risa intermitente.

No se rinden mis humores a encontrarte
como fuiste el día aquel.
Ni aún yo soy ya para ti como aquel día
en que encontramos un tesoro en una piedra
que entre tus manos fue pájaro.

Porque ayer caducaron
tus palabras tras tus actos
y hoy sus ecos aún se escuchan
derrumbando tu discurso
hueco y rancio.

No hay comentarios: