Peina el viento la roca arcana,
suave aliento marino
que ensortija tu pelo.
Se abre el cielo y el sol te llama
a brillar, soberbia,
contra el horizonte.
Eres una y todas las mujeres.
Derrochando vida
y belleza por el mundo.
Una gaviota añil vuela las nubes.
Tu corazón es libre,
tu alma un verso.
Sube al trapecio, niña querida,
y vuela el tiempo.
viernes, 24 de diciembre de 2010
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