martes, 15 de noviembre de 2011

La que amé

Hoy,
sobre mi cuerpo de adiós,
sobre mi alma caída,
desenredas tu dolor
como un alambre de espino
en mi garganta raída.

¡Escúpeme tu ira roja!
¡Rompe mi imagen de barro!
¡Destroza mi carne azul
con el filo de tu rabia!
!Quema mi recuerdo inicuo
en las llamas de tu odio!

Acaba conmigo si quieres,
me pudriré en el infierno
entre el rencor y el desprecio
que destila tu aliento.

Pero aún brillará un latido
bajo la lluvia intensa,
que como un gorrión,
se acurruca
en mi pecho de cera.

Amo aún la suave flor
que creció en tus labios
y tu risa frágil
y tu cuerpo joven.

Amo a quien sé que eres.

La niña risueña que anduvo en mis manos,
que vuela sin alas,
que abrazó mis llantos.
La pequeña ninfa
que durmió a mi lado.

La que me ama.
La que amé sin esperarlo.

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