Cuando el corazón, sereno y confiado, se relaja y se despista,
a veces, un cosquilleo alegre lo llena.
Una figura inesperada, o alejada en la memoria.
Como una bocanada de melancólico y risueño cariño atardeciendo.
Desborda el corazón e invade los sentidos y recuerdos.
Dame un abrazo.
Te he echado de menos.
A María.
lunes, 12 de enero de 2009
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1 comentario:
Pasioncilla
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