Me marché mientras te ibas, si doblar la mirada.
Me fui yendo léntamente, sin a penas decir nada,
porque marcharse es difícil si no te vas con el alma,
y ahora que tu eres libre y te dan lo que soñabas
yo sigo mi vuelo errante hacia nuevas cumbres blancas.
Soñaré con tu recuerdo y tu sabor en mi boca.
Te veré como te quise: princesita soñadora.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario