sábado, 30 de junio de 2012

No sabes nada.

Oye niña,
escucha estas palabras 
derramadas
que se me escapan del alma.

Tú no sabes nada.

No sabes aún que te quiero,
ni que te quise con fuerza
y te quise libre,
feliz, 
sincera,
sin condición,
sin cadenas.
Te di un amor infinito
que no se dobla
no se arruga
no caduca
ni pierde su brillo
ni su frescura.

Pero aún tienes miedo
porque no sabes nada.

No sabes 
que te busco en mi cama
y que todas las canciones
lloran nuestra historia,
y que me duelen las manos
de no tocarte
y los labios
de llamarte 
en silencio.
Esperando que vuelvas, 
sonriente,
a ser la niña de ayer,
que quiso que la quisiera.
que me quería querer.

Pero estás sola y lejana,
herida ,
arropada en tu dolor
antiguo.

Yo no quise creer que se acababa,
porque el amor no se acaba
ni se muere.
Pero la fuerza se escapa
y ya no puedo luchar
por tener y conservar
lo que no me pertenece.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay que ver qué duros son los dolores de amor, y lo diferentes que se ven desde la perspectiva del no enamorado. Conténtate leyendo este post tuyo dentro de un año. Probablemente hasta te haga sonreír.