Nada borra mi sonrisa.
Ni la huida,
ni los sueños afilados.
Sale el sol cada mañana.
Y volvemos a nacer
a un nuevo día.
"Nada puede perder
quien nada tiene."
Vuela el viento hojas doradas
que se llevan
una vida que caduca.
Dejan paso al frío puro,
al infinito vacío
donde surgir.
Ahora espero,
sentado,
que Todo venga.
Que se suceda el tiempo,
mientras lo observo,
como corriente de un río.
martes, 26 de octubre de 2010
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