Ven a bañarte en mis ojos
y suelta el miedo.
Recuerda quienes somos
y mira al cielo.
No me abandono al dolor
ni sigo a dioses muertos.
Solo salgo de tu herida
como un anzuelo
para que el aire
puro
borre el dolor con el tiempo.
Mírame desde lejos,
yo aún te veo.
Lejos o cerca
te siento,
te llevo dentro.
No eres la flor
ni la fruta,
ni la rama del almendro
donde poso mi voz
o descansa mi cuerpo.
Eres todo y más que eso.
Sumérgete en el mundo
y nada,
en los mares del tiempo,
hasta encontrar
una isla
donde sentirte completa,
y que tu cuerpo respire
y tu alma
serena
cante al sol
y a la tierra
y entonces tus ojos vuelvan
a abrirse a la luna llena.
Quizá se borre mi imagen
de tu recuerdo dorado,
en el que eramos peces
nadando y volando,
libres y unidos
en un mar rizado.
Pero el dolor es fuego
y el amor estaño.
Y entre las cenizas,
tras la ira
me hallarás,
como un pájaro de plata,
resucitando.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Hola. Soy Salka, del Fanzine Dolores. Me gusta lo que escribes..Te animo a pasar por mi blog. Un saludo :).
Publicar un comentario