Tengo dentro una batalla
que me devora el alma.
Torrente de corazónes
consumidos por las llamas.
Donde un negro nubarrón
descarga su llanto grave
contra esa idea opaca
de la que perdí la llave.
Noto saltar la alianza
que me hacía fuerte y puro.
Resquebrajarse las losas
que hicieron fuertes los muros
de una conciencia forjada
en la fragua de Neptuno.
domingo, 30 de enero de 2011
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