sábado, 18 de octubre de 2008

El circo

Protegido estoy, ahora soy libre.
Ya sé que el universo es uno,
que todo es todo y nada es nada.
Conozco todo lo que no me interesa.

Siempre quiero ir más lejos,
abrir la caja de las sorpresas,
ver que es lo que hay dentro de las cosas.
Pero no puedo, no me dejan.

Obligado a representar una función diaria,
siempre lacayo del público,
el bufón de los anónimos
veo a través de tus pupilas.

Aunque ungido por un ángel intangible,
acarreo el peso firme del abismo
que me arrastra irresistible
hasta el mismo circo. El mismo.

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