sábado, 13 de diciembre de 2008

Ello

Como un rayo que deja su cuerpo grabado en la oscuridad para morir en un parpadeo. Como una mariposa que balancea sus alas grácilmente sin advertir la fugacidad de su vida. Como el perro callejero que busca la seguridad de la oscuridad en la noche. Como todas esas cosas perfectas e indudables de esta vida, todo avanza, hacia ninguna parte, sin ningún propósito más que el de ser así.

Si tengo que morir moriré las veces que haga falta, y naceré otras tantas como sea necesario para encontrar a quien me busca, preguntar a las respuestas, recordar el olvido o conocer lo infinito. Si más hábito que mis huesos y más equipaje que mi alma. Desmembrado e indivisible apareceré a reconocerte en lo más profundo del vacío.

No hay comentarios: