Solo la lluvia sagrada te empapará.
Solo el fuego del corazón te dará calor.
Y solo la tierra bendita podrá sostenerte.
Ni los ojos más agudos percibirán tu sombra
donde estés, permanente impermanencia.
Ni los oídos más finos sentirán tus cascabeles.
Pasarás de largo inadvertido,
sin dejar testimonio de existencia.

No hay comentarios:
Publicar un comentario